sábado, 21 de junio de 2008

LA CLASE SOBRE PINTURA CHINA




A mi parecer, esa clase estuvo organizada del modo más apropiado para nosotros como visitantes. Porque nos permitió asistir al nacimiento y desarrollo del proceso completo de una pintura sobre papel vertical.

El artista, allí presente, Maestro Yu Zhi, uno de los fundadores de la Asociación de Choy Lee Fut de Xin Hui, pintaba casi como si estuviera realizando una ‘forma’ (me refiero a una 'forma' de ‘artes marciales’), casi sin dudar. La rapidez en la realización fue explicada por él a partir de la idea que la pintura se comienza en la mente, se trabaja antes mentalmente. De manera que cuando va al papel, ya está concebida.

La caligrafía se considera como pintura china, pintura ‘nacional’. Para producirla se necesita papel, tinta y pinceles variados en grosor y tipo de pelo. La caligrafía, explicó el maestro Zhi, “tiene que lograr soltura, llegar a expresar alegría, es algo muy profundo. Por eso las traducciones de una caligrafía sólo traducen las líneas generales. Hacer caligrafía es algo similar a hacer Kung Fú o Qi Gong:
“Hay que concentrar el ‘chi’ antes de pintar. No haces una caligrafía saliéndote de ti mismo, porque la pintura así no resulta, hay que concentrarse en sí mismo. Pero a la vez ser decidido, cuando sales hacia fuera con el pincel, no tímido." (texto a partir de lo expuesto por el traductor del artista, desde el inglés).


Tal vez sea lícito añadir que, en algunas pinturas, las formas ‘canónicas’ permiten establecer sobre el papel o la tela algo así como ‘palabras-visuales’, por ejemplo, unas rocas, un pino con las características de los pinos de la Montaña Amarilla, las nubes entre medio de dos grupos rocosos...

La primera parte de la demostración-creación, fue crear un paisaje de montaña. Días después notamos, al caminar por los senderos de piedra de la Montaña Amarilla, la montaña más sagrada para los chinos, que la imagen de la clase de pintura en Xin Hui, respetaba los múltiples paisajes, similares y diversos a la vez, fáciles de observar en esa montaña. Eran rocas a diversas alturas, una precisa variedad de pino, y las nubes entre medio, el famoso ‘mar de nubes’ de que se habla en todos lados. Mar de nubes, y no cielo con nubes, porque ves las nubes desde arriba, extenderse como el agua del océano. La experiencia más parecida es ver las nubes allá, abajo, desde la ventanilla de un avión.

Nuestro guía, el notable John, insistía con una pregunta que no lográbamos responder:
¿Saben Uds. cuál es el maestro más importante de la pintura china? Nuestro silencio lo llevó a aclararlo: - Es la Montaña Amarilla. Ella enseña a pintar con excelencia a quienes saben contemplarla.

Poco a poco el artista pintor fue completando la imagen, y la obra fue colgada a un lado en espera de que secara la primera parte. Posteriormente el maestro, en un breve rato más, concluyó su obra, puesto que el papel usado era muy absorbente, el artista Yu Zhi puso suaves toques de color, escribió algo con delicada caligrafía y apretó, finalmente, su sello en la parte superior derecha de la pintura.

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